Tuesday, December 23, 2008

Bernard Madoff, el estafador de Wall Street, da un poderoso golpe de mano a favor de la justicia social

James Petras
Rebelión
Traducido por Manuel Talens
“Nunca creímos que nos haría esto, era uno de los nuestros”.Un miembro del Palm Beach Country Club
Una introducción a la superestafa
Bernard “Bernie” Madoff, corredor de bolsa de Wall Street, antiguo presidente del NASDAQ y venerado inversionista, ha confesado su autoría en el mayor fraude de la historia, un chanchullo de 50 mil millones de dólares. Bernie era conocido por su generosa filantropía, especialmente a favor de las causas sionistas, judías e israelíes. Este personaje, que durante los años sesenta había sido socorrista playero, inició su andadura en las finanzas reuniendo ahorros de colegas, amigos y familiares en el entorno de los judíos más ricos de los suburbios de Long Island, Palm Beach, Florida y Manhattan, bajo la promesa de un rendimiento moderado, continuo y seguro de entre el 10 % y el 12 %. Madoff cubría cualquier posible retirada de fondos según el denominado “método de Ponzi” o estafa piramidal, es decir, echando mano del dinero de nuevos inversores, quienes literalmente le suplicaban que los desplumase. Llegó a gestionar en persona un mínimo de 17 mil millones de dólares. Durante casi cuatro décadas se creó una clientela que incluía a algunos de los bancos y compañías inversoras más importantes de Escocia, España, Inglaterra y Francia, así como los principales fondos de inversión libre de Usamérica. Se hizo con casi todos los fondos de activos netos de prósperos clientes privados, que obtenía a través de corredores de bolsa pagados a comisión. Su clientela incluía a muchos multimillonarios de Suiza, Israel y otros países, así como los fondos de activos netos más importantes de Usamérica (RMF Division of the Man Group and the Tremont). Muchos de los riquísimos estafados habían prácticamente "forzado" a Madoff a tomar su dinero, ya que éste imponía rigurosas condiciones a los clientes potenciales: insistía en que viniesen recomendados por miembros de su clientela, que depositasen cantidades sustanciales y que le garantizasen su solvencia. La mayoría se consideraban afortunados cuando sus fondos pasaban a las arcas del respetado… estafador de Wall Street. El mensaje de Madoff era siempre el mismo: su fondo de inversión estaba cerrado... pero como venían recomendados por gente del mismo entorno (miembros del consejo de administración de organizaciones benéficas judías, recaudadores de fondos para Israel, country clubs de alta clase, etc.) o eran amigos de un amigo, de un colega o un cliente, aceptaría el dinero.
Madoff estableció consejos consultivos con miembros distinguidos, contribuyó enormemente a museos, hospitales y selectas organizaciones culturales. Era un miembro prominente de exclusivos country clubs de Palm Beach y Long Island. Su reputación se vio realzada por los resultados de sus fondos, que jamás declararon pérdida alguna, lo cual es un argumento fundamental para atraer a inversionistas millonarios. Compartía con su acaudalada clientela de judíos y gentiles un estilo de vida aristocrático, con una mezcla de filantropía cultural y discreta especulación financiera. “Engatusaba” a sus colegas con una suave pero autoritaria apariencia de “maestría”, recubierta de un barniz de colegialidad entre ricachones, de una profunda implicación con el sionismo y de amistades de toda la vida.
El megafondo de Bernie compartía muchas características con los recientes chanchullos financieros: un rendimiento elevado y constante, inigualado por cualquier otro corredor de bolsa; ausencia de supervisión por parte de terceros; una compañía de contabilidad en la sombra físicamente incapaz de auditar sus multimillonarias operaciones financieras; un control personal de las operaciones de correduría de bolsa comerciante y una confusión absoluta en lo relativo a sus inversiones. Los ricos y famosos, los inversionistas más sofisticados, los consultantes de elevado salario, los máster en administración financiera de Harvard y todo el ejército de reguladores de la US Security and Exchange Commission (SEC) pasaban por alto las similitudes de Madoff con otros defraudadores, y ello porque estaban totalmente implicados en la cultura corrupta del “agarra el dinero y vete pitando” y del “si sacas tajada no hagas preguntas”. La reputación de suprema sabiduría que aureola a un supuestamente próspero judío de Wall Street alimentó el autoengaño y los estereotipos de gentiles multimillonarios.

La gran estafa
El fondo de inversión de Madoff sólo operaba con una clientela limitada de multimillonarios que mantenían en él su dinero a largo plazo; las ocasionales retiradas de fondos eran de poco monto y fácilmente cubiertas por medio de peticiones de más inversión a nuevos inversionistas deseosos de acceder al fondo de Madoff. Los grandes inversionistas a largo plazo mantenían sus capitales para dejarlos en herencia a sus herederos o para su jubilación. Los ricos abogados, dentistas, cirujanos, profesores distinguidos de las mejores universidades y otros que en algún momento hubiesen necesitado retirar algo de sus fondos para una boda ocasional de altos vuelos o para la ceremonia de madurez adolescente judía (bar mitzvah) de alguno de sus hijos con invitados famosos podían hacerlo, porque Madoff no tenía problemas a la hora de recaudar más fondos entre los ricos propietarios de fábricas de confección de ropa, cuyos asalariados cobran jornales de miseria, de peligrosos empacadores de carne y de siniestros señores barriobajeros. Madoff no era ningún Robin Hood, sus contribuciones a organizaciones filantrópicas y benéficas le facilitaban el acceso a los ricachones que formaban parte de los consejos de administración de las instituciones receptoras y probaban que él era “uno de ellos”, una especie de compañero íntimo de la misma clase elitista. La sorpresa, el pavor y los ataques cardíacos que han seguido a la confesión de Madoff de que su negocio era una estafa piramidal han provocado tanta rabia por el dinero perdido y el descalabro de la clase pudiente como por la vergüenza de saber que los mayores y más perspicaces estafadores mundiales de Wall Street habían sido estafados por uno de los suyos. No solamente han sufrido grandes pérdidas, sino que la imagen que tenían de sí mismos como ricos que lo eran por su inteligencia y su “linaje superior” ha quedado totalmente destrozada: de pronto se han visto abocados al mismo destino de los pendejos a quienes ellos estafaron, explotaron y desposeyeron en su ascensión a la cima. No hay nada peor para el ego que un respetable estafador sea estafado por otro estafador todavía mayor. Por eso, muchos de los que más han perdido se niegan a dar sus nombres o a poner cifras a las cantidades evaporadas y tratan de recuperarlas con la ayuda de sus abogados.

El lado positivo de la megaestafa de Madoff (la mano involuntaria de la justicia)
Incluso si es comprensible que los superricos y acaudalados, que han perdido buena parte de su jubilación y de sus fondos de inversiones sean unánimes en su condena y en sus lamentaciones por el abuso de confianza de que han sido víctimas, y que los editoriales de todos los periódicos y semanarios de mayor prestigio se hayan unido al coro de críticos moralistas, las acciones de Madoff merecen muchas alabanzas, incluso si tales alabanzas no van dirigidas a su conducta fraudulenta. Vale la pena enumerar los resultados positivos involuntarios de la estafa de Madoff:
En primer lugar, la desaparición de más de 50 mil millones de dólares disminuirá enormemente la financiación sionista usamericana de los asentamientos coloniales israelíes en los Territorios Ocupados, disminuirá los fondos que el lobby sionista AIPAC destinaba a comprar votos de congresistas y a la financiación de campañas de propaganda a favor de un ataque preventivo militar de Usamérica contra Irán. La mayoría de los inversionistas tendrán que disminuir o eliminar su compra de bonos del tesoro israelí, que subvencionan el presupuesto militar del Estado judío.
En segundo lugar, la estafa ha desacreditado todavía un poco más los altamente especulativos fondos de inversión libre, que ya se tambaleaban a causa de retiradas masivas de dinero para enjugar grandes pérdidas. Los fondos de Madoff estaban entre los más respetados y seguían atrayendo a nuevos inversionistas, pero las últimas revelaciones podrían acelerar su desaparición. Sus promotores tendrán por fin que dedicarse a un trabajo honrado y productivo.
En tercer lugar, el fraude a gran escala y a largo plazo de Madoff no fue detectado por la Securities and Exchange Commission (SEC), y ello a pesar de al menos dos comisiones de investigación. Eso hace que la credibilidad de la SEC esté por los suelos. Su enorme fallo demuestra la incapacidad de las agencias reguladoras capitalistas para detectar grandes fraudes. Este fracaso plantea la cuestión de si habrá alternativas a la inversión en Wall Street que protejan mejor los ahorros y los fondos de pensión.
En cuarto lugar, la larga asociación de Madoff con el NASDAQ, del que fue director mientras robaba miles de millones de sus clientes, sugiere que los miembros y los líderes de esta Bolsa de Valores son incapaces de reconocer a un sinvergüenza y están dispuestos a pasar por alto el comportamiento criminal de “uno de los suyos”. En otras palabras, el público inversionista ya no podrá nunca considerar que ocupar un cargo de dirigente del NASDAQ es un signo de probidad. A partir de Madoff habrá que buscar un colchón de matrimonio de gran tamaño para guardar con seguridad los restos de los ahorros familiares.
En quinto lugar, señalaré que los asesores de inversiones de los mayores bancos europeos, asiáticos y usamericanos que gestionaban miles de millones de fondos, actuaron sin la menor diligencia en el caso de las operaciones de Madoff. Aparte de las enormes pérdidas bancarias, decenas de miles de superricos influyentes y acaudalados han perdido toda su fortuna. El resultado es una pérdida absoluta de confianza en los bancos más importantes y en los instrumentos financieros, así como un descrédito general de la “pericia de los expertos”. Esto debilita el dominio financiero del comportamiento inversionista y propicia la desaparición de un importante sector de la parásita clase “rentista”, que se enriquece sin producir bien alguno ni proporcionar servicios necesarios.
En sexto lugar, como la mayoría del dinero robado por Madoff proviene de las clases altas de todo el mundo, su comportamiento ha reducido las desigualdades: se trata del “mayor nivelador” que ha existido jamás desde que se introdujo la imposición progresiva. Al arruinar a multimillonarios y llevarlos a la bancarrota, Madoff ha disminuido su capacidad de utilizar su fortuna para influenciar a los políticos en su favor, lo cual aumenta las posibilidades de influencia política de los sectores económicos menos agraciados de la sociedad de clases... e involuntariamente refuerza la democracia frente a los oligarcas financieros.
En séptimo lugar, al estafar a amigos de toda la vida, a inversionistas del mismo grupo étnico y religioso, a miembros de country club estrechamente seleccionados por su origen étnico e incluso a miembros de su familia, Madoff ha demostrado que el capital financiero no respeta ninguna de las devociones de la vida diaria: grandes y pequeños, sagrados y profanos, todos están subordinados a las reglas del capital.
En octavo lugar, entre los muchos inversionistas arruinados de Nueva York y New England hay un cierto número de señores barriobajeros (magnates de la construcción inmobiliaria), propietarios de fábricas de confección de ropa (fabricantes de ropa de diseño y juguetes) y otros que apenas pagaban el salario mínimo a las mujeres e inmigrantes que trabajaban para ellos, que solían expulsar de sus hogares a arrendatarios pobres y habían esquilmado las pensiones de sus empleados antes de trasladar sus empresas a China. En otras palabras, la estafa de Madoff ha sido una especie de venganza “divina” laica por delitos pasados y presentes contra la clase trabajadora y los pobres. Ni que decir tiene que este involuntario Robin Hood no redistribuía entre sus empleados el dinero que afanaba, más bien reinvertía una parte en obras de beneficencia que incrementaban su imagen filantrópica y en recompensar a algunos de sus inversionistas iniciales para mantener en pie su fraude piramidal.
El noveno lugar, Madoff ha asestado un severo golpe a los antisemitas que proclaman que existe una “estrecha conspiración judía para defraudar a los gentiles”: ese bulo ha desaparecido para siempre. Entre las principales víctimas de Bernard Madoff están sus amigos y colegas judíos más íntimos, gente que compartió con él mesa y mantel en banquetes de Pascua judía y que frecuentaba los mismos templos de altos vuelos en Long Island y Palm Beach.
Bernie era muy selectivo a la hora de aceptar clientes, pero se basaba en su riqueza, no en su origen nacional, raza, religión o preferencia sexual. Era muy ecuménico y un firme abogado de la globalización. No hay nada etnocéntrico en Madoff: le ha robado mil millones de dólares al banco anglo-chino HSBC y varios miles de millones a la sucursal holandesa del banco belga Fortes. Mil cuatrocientos millones eran del Royal Bank of Scotland, del banco francés BNP Paribas, del español Banco de Santander, del japonés Nomura, por no mencionar los fondos de inversión libre en Londres y Usamérica, que han admitido su participación en Bernard Madoff Investment Securities. De hecho, Bernie era el emblema del estafador moderno, políticamente correcto, multicultural e internacional. La facilidad con la cual los superricos de Europa le aflojaban sus fortunas ha provocado el siguiente comentario de un consultante financiero de Madrid: “Robar a los españoles más ricos era tan fácil como matar focas con un palo…” (Financial Times, 18 de diciembre de 2008 p. 16).
En décimo lugar, la estafa de Madoff dará lugar a una mayor autocrítica y a una actitud menos confiada hacia quienes se presenten como expertos financieros. Entre los judíos que hagan la autocrítica, a partir de ahora ya no confiarán en corredores de bolsa sólo por el hecho de que apoyan ciegamente a Israel y son generosos contribuyentes de los fondos sionistas. Eso ha dejado de ser una garantía adecuada de comportamiento ético, equivalente a un certificado de buena conducta. De hecho, los corredores de bolsa que son propagandistas excesivamente ardorosos de Israel y que prometen rendimientos siempre altos a sus afiliados sionistas podrían levantar sospechas a partir de ahora: la pretensión de que “lo que es bueno para Israel...” puede muy bien ocultar un nuevo fraude.
En undécimo y último lugar, la desaparición del imperio de Madoff y de sus acaudaladas víctimas judías liberales afectará negativamente las contribuciones a las 52 organizaciones judías usamericanas más importantes, a numerosas fundaciones de Boston, Los Ángeles, Nueva York y otros lugares, así como al ala militarista Clinton/Schumer del Partido Demócrata (Madoff los financió a ambos, así como a otros congresistas defensores incondicionales de Israel). Puede que esto permita un mayor debate en el Congreso sobre la política en Oriente Próximo sin los habituales ataques vociferantes.
Bernard Madoff, por François Delabruyère
Conclusión
La estafa y el comportamiento fraudulento de Madoff no se deben a ningún problema ético personal. Son el producto de un imperativo del sistema y de la cultura económica en que se mueven las instancias más elevadas de nuestra estructura clasista. La economía de las acciones, de los fondos de inversión libre y de todos los “sofisticados instrumentos financieros” es en su totalidad un sistema piramidal que no se basa en producir y vender bienes y servicios. Se trata más bien de apuestas financieras al crecimiento futuro de un papel, una acción, que sólo representa la promesa de que futuros compradores permitan la distribución de dividendos.
El “fracaso” de la SEC es totalmente predecible y sistémico: los reguladores han sido seleccionados por los regulados, están en deuda con ellos y aplazan sus veredictos, sus auditorías y cualquier reclamación. Están estructurados para “no ver las señales” y evitar una regulación excesiva de sus superiores financieros. Madoff funcionaba en un medio como el de Wall Street, que permite cualquier cosa, donde la impunidad de los megarrescates financieros y las megaestafas es la norma. Como estafador individual, lo único que ha hecho es estafar a algunos de los mayores estafadores institucionales que le hacían la competencia en Wall Street. Todo este sistema de recompensas y prestigio está controlado por los más hábiles a la hora de hacer malabarismos en los libros de cuentas, de difuminar los rastros de las operaciones y de desplumar a las víctimas voluntarias que llaman a sus puertas “pidiendo” que las desplumen. ¡Un hombre de bien, eso es Madoff!
En cuestión de días, un solo individuo, Bernard Madoff, le ha asestado un golpe mucho mayor al capital financiero global, a Wall Street y al lobby sionista usamericano del “Israel en primer lugar” que toda la izquierda de Usamérica y Europa juntas durante los últimos cincuenta años. Ha logrado reducir más las enormes desigualdades económicas en Nueva York que todos los gobernadores y alcaldes demócratas y republicanos, blancos, negros, cristianos y judíos, reformistas y ortodoxos durante los últimos dos siglos…
Algunos teóricos derechistas de la conspiración están diciendo que Bernie es un agente secreto islámico-palestino (de Hamás) enviado para socavar deliberadamente los cimientos financieros del Estado judío de Israel y de sus patrocinadores y fundaciones más generosos, acaudalados y poderosos. Otros dicen que es un marxista aún no salido del armario, cuyas estafas estaban cuidadosamente diseñadas para desacreditar a Wall Street y canalizar miles de millones hacía organizaciones radicales clandestinas. Al fin y al cabo, ¿sabe alguien dónde están los miles de millones desaparecidos? Contrariamente a los expertos de la izquierda, a los blogueros y manifestantes, cuyas fervorosas y públicas actividades no afectaban en absoluto a los ricos y poderosos, Madoff ha asestado sus golpes donde más les duele: en sus megacuentas bancarias, en su confianza en el sistema capitalista, en su autoestima y, sí, también en su pobrecito corazón, que ahora está al borde del infarto.
¿Quiere esto decir que nosotros, en la izquierda, deberíamos crear un Comité de Defensa de Bernie Madoff y exigir un rescate parecido al del secretario del tesoro Henry Paulsen, que acaba de salvar a sus amigotes del Citibank? ¿Deberíamos pedir “rescates iguales para estafadores iguales”? ¿Deberíamos propiciar su partida (o su derecho al retorno) a Israel para evitar que lo juzguen? Ha causado tantas víctimas judías que le sería difícil retirarse en Israel.
No hay razón alguna para hacer barricadas por Bernard Madoff. Basta con que reconozcamos que ha prestado un servicio histórico involuntario a la justicia popular al quebrantar algunos de los pilares financieros de un injusto sistema de clases.

Post scriptum
¿Se debe a pura y simple admiración o será a causa de vínculos ocultos con Madoff que Michael Mukasey, el actual fiscal general, se haya abstenido de la investigación? Otros de igual importancia e influencia están seguramente vinculados al caso Madoff, no sólo las “víctimas”. Nos estamos enfrentando a un caso muy serio de razones de Estado… Nadie puede creer que una sola persona pueda por sí sola hacer una estafa de este calibre y duración. Y tampoco ningún investigador serio se cree que 50 mil millones de dólares hayan podido simplemente “desaparecer” o ser transferidos a cuentas bancarias personales.

Título original: Bernard Madoff: Wall Street Swindler Strikes Powerful Blows for Social Justice
URL de esta traducción en Tlaxcala: http://www.tlaxcala.es/pp.asp?reference=6649&lg=es
El sociólogo marxista usamericano James Petras ha publicado más de sesenta libros de economía política y, en el terreno de la ficción, cuatro colecciones de cuentos. Es colaborador permanente de Rebelión.
Manuel Talens pertenece a los colectivos de Cubadebate, Rebelión y Tlaxcala, la red de traductores por la diversidad lingüística. Esta traducción se puede reproducir libremente a condición de respetar su integridad y mencionar al autor, al traductor y la fuente.

Thursday, November 20, 2008

EE.UU orquesta un golpe cívico en Bolivia

Roger Burbach
Alai-amlatina
El presidente de Bolivia, Evo Morales, se desplazó a Estados Unidos para intervenir ante las Naciones Unidas y la Organización de Estados Americanos, con referencias al reciente intento de golpe de Estado de EE.UU. contra su gobierno. El periplo incluye una reunión con miembros del Congreso para tratar sobre "la peor crisis diplomática" en la historia de los dos países, con miras a poder abrir un diálogo para normalizar las relaciones, una vez que el Presidente electo Barak Obama asuma el cargo. A continuación se relata la historia de los esfuerzos de EE.UU. en los últimos tres años para derrocar a Morales.Entre los presidentes electos democráticamente en América Latina, Evo Morales es el de última data que se ha convertido en blanco de un complot estadounidense para desestabilizar y derrocar su gobierno. El 10 de septiembre de 2008, Morales expulsó al embajador de los EE.UU. Philip Goldberg, porque estaba "conspirando contra la democracia y buscando la división de Bolivia".Los observadores de la política de Estados Unidos hacia América Latina tienden a considerar que la crisis en las relaciones entre EE.UU. y Bolivia responde a una política de descuido y torpeza hacia América Latina, debido a su participación en las guerras en el Medio Oriente y Asia Central. Al contrario, el intento de golpe en Bolivia fue una política consciente basada en la hostilidad estadounidense hacia Morales, su partido político Movimiento Al Socialismo (MAS) y los movimientos sociales que están alineados con él."La Embajada de EE.UU. históricamente está acostumbrada a dictar su voluntad en Bolivia, con violaciones a nuestra soberanía, tratándonos como una república bananera", dice Gustavo Guzmán, quien fue expulsado como embajador de Bolivia en Washington, luego de la expulsión de Goldberg. En 2002, cuando Morales perdió por estrecho margen su primer intento de llegar a la Presidencia, el embajador de EE.UU. Manuel Rocha hizo una campaña abierta en su contra, y amenazó: "si eligen a aquellos que quieren que Bolivia se convierta de nuevo en un gran exportador de cocaína, ello pondrá en peligro el futuro de la ayuda de EE.UU. a Bolivia".Poco después de su toma de posesión como presidente, Morales recibió una llamada de George Bush, quien ofrecía ayudar a "llevar una vida mejor a los bolivianos". Morales pidió a Bush que reduzca las barreras comerciales para los productos bolivianos, y sugirió que visite el país. Bush no respondió.El Subsecretario de Estado, Thomas Shannon, el más alto oficial de EE.UU. que asistió a la toma de posesión de Morales, anunció su voluntad de diálogo con Morales. En la práctica, lo que vino después fueron casi tres años de altercados diplomáticos, al tiempo que EE.UU. proporcionaba asistencia directa y encubierta al movimiento de oposición ubicado en los cuatro departamentos orientales conocidos como "La Media Luna", donde se había iniciado una ofensiva por la autonomía regional, poco después de que Morales asumió el cargo.La administración Bush ha seguido una política de doble filo, similar a la estrategia que ese país empleó para derrocar al gobierno democráticamente elegido de Salvador Allende en Chile, en 1973. Las negociaciones diplomáticas iniciadas por Shannon se centraron casi exclusivamente en las diferencias políticas en torno a las drogas, en el curso del cual la administración Bush amenazaba constantemente con retirar o reducir la asistencia económica y las preferencias comerciales, si Bolivia no cumplía con la política estadounidense de erradicación y penalización de la coca. Al mismo tiempo, a través de su embajada en La Paz y la Agencia para el Desarrollo Internacional (USAID), EE.UU. financiaba las fuerzas políticas opuestas a Morales y al MAS. El Drug Enforcement Administration (DEA) de EE.UU., con 37 agentes en el país, parece haber actuado como la CIA, recopilando inteligencia y participando en operaciones políticas clandestinas con la oposición.La intervención se hizo evidente desde el inicio de la administración Morales, con las primeras actividades de USAID a través de la Oficina de Iniciativas de Transición (OTI). Luego de que Morales asumió el cargo, documentos de la USAID registran que la OTI se propuso "prestar apoyo a los gobiernos regionales incipientes". En total, la OTI canalizó 116 subsidios por US$ 4'451,249 "para ayudar a los gobiernos departamentales a operar más estratégicamente." En un esfuerzo por establecer vínculos políticos útiles, la OTI también llevó a prefectos departamentales para reunirse con gobernadores de EE.UU.El National Endowment for Democracy (NED), fundado como un instituto semi-público durante los años de Reagan, ha sido particularmente activo en Bolivia. Financia a varios grupos y organizaciones, con un claro sesgo político, entre ellos el Instituto de Investigación y Capacitación Pedagógica y Social. El Instituto se opuso a Morales en las elecciones de 2005, declarando en un informe sumario presentado a la embajada estadounidense que Morales y el MAS son una "oposición anti-democrática y radical" que no representan a la mayoría. El apoyo de NED a las actividades del Instituto continuó en 2006, luego que éste presentó un informe en el cual hablaba de su intención de "contribuir a mejorar el desarrollo municipal a través del monitoreo social eficiente y eficaz".A finales de 2007, la Embajada de EE.UU. comenzó a movilizarse más abiertamente y a reunirse con la oposición de extrema derecha en la Media Luna. El Embajador Goldberg fue fotografiado en Santa Cruz junto con un magnate empresarial destacado, partidario del movimiento de autonomías, y un conocido narcotraficante colombiano quien había sido detenido por la policía local. Morales, cuando reveló la foto, dijo que el traficante estaba vinculado a organizaciones paramilitares de derecha en Colombia. Como respuesta, la embajada de EE.UU. afirmó que no podía revisar los antecedentes de cada persona que aparezca en una foto con el embajador.Luego, en enero de 2008, se detectó que la Embajada estaba dando ayuda a una unidad especial de inteligencia de la policía boliviana. La embajada justificó su asistencia al decir que "el gobierno de EE.UU. tiene una larga historia de ayuda a la Policía Nacional de Bolivia en diversos programas". Las relaciones EE.UU.-Bolivia tuvieron un nuevo remezón en febrero, cuando se reveló que voluntarios del Cuerpo de Paz y un becario Fulbright habían sido presionados por un oficial de la embajada para que vigilen a venezolanos y cubanos en el país. Este hecho violaba los estatutos del Cuerpo de Paz, que prohíben todo tipo de actividades de inteligencia por parte de los voluntarios.Cuando la Asamblea Constituyente inició la votación sobre el proyecto final de la Constitución, en diciembre de 2007, la oposición tomó las calles en forma violenta y ocupó los principales edificios públicos en Sucre, exigiendo la renuncia del "indio de mierda Morales." Fue entonces que los dirigentes políticos y las organizaciones empresariales en Santa Cruz y otras ciudades de la Media Luna comenzaron a llamar abiertamente a la autonomía y a la secesión del gobierno central boliviano.Al mismo tiempo, la administración Bush comenzó a utilizar el arma de la ayuda para demostrar su apoyo a los comités cívicos opuestos al Gobierno. La Millennium Challenge Corporation (MCC), creada en 2004 como un organismo del gobierno estadounidense "para trabajar con algunos de los países más pobres del mundo", había estado a punto de aprobar un fondo de US$ 584 millones para financiar la construcción de una gran carretera para unir el norte de Bolivia con el resto del país, así como para realizar inversiones en proyectos agrícolas.Sin embargo, en una carta dirigida a Morales, en diciembre de 2007, la MCC afirmó que, si bien "reconoce el rendimiento de su país de acuerdo a nuestros 17 indicadores... el estado actual de las relaciones EE.UU.-Bolivia no es consistente para una asociación de trabajo de este tipo". Otro informe de la MCC fue aún más directo: El proyecto "se aplazó a causa de condiciones adversas, incluyendo los disturbios en torno al proceso de la Asamblea Constituyente".Cuando los Comités Cívicos comenzaron a sembrar la inestabilidad económica, parecido a lo operado en Chile a inicios de los 70, Estados Unidos estuvo involucrado abiertamente en la organización de esta rebelión. El Embajador Goldberg viajó a Santa Cruz el 25 de agosto para reunirse con Rubén Costas, el principal opositor de Morales y prefecto de Santa Cruz, quien se convirtió en el líder de facto de los prefectos rebeldes y del movimiento de autonomía en general. Apenas Goldberg se había ido, Costas se declaró "gobernador" del departamento autónomo de Santa Cruz, y ordenó la toma de las oficinas gubernamentales, incluidas las que recaudan los impuestos. Fue esta visita a Costas que Morales citó como la razón para declarar al Embajador Goldberg "persona non grata", el 10 de septiembre.Haciendo caso omiso de la Declaración unánime de los doce gobiernos de UNASUR (septiembre), que expresaron su pleno y decidido apoyo al gobierno constitucional del presidente Evo Morales, el Presidente Bush agudizó el conflicto la semana siguiente con la suspensión de la Ley de Preferencias Arancelarias Andinas, afirmando que "Bolivia no ha cooperado con los Estados Unidos en los importantes esfuerzos para luchar contra el tráfico de drogas”.La Secretaria de Estado Condoleezza Rice señaló que "no hubo ningún examen ideológico para la cooperación y la amistad con EE.UU." que haya llevado al recorte del acuerdo comercial con Bolivia. Esta declaración fue una mentira diplomática: para el año 2006, el primer año de Morales en el cargo, la Oficina de Políticas Nacionales de Control de Drogas de EE.UU. informó que el cultivo de coca "estadísticamente no registro cambios en comparación con la estimación de 2005". Para 2007, la ONU informó de un aumento de sólo un 5 por ciento en el cultivo de coca. Estos datos, sin embargo, contrastan con Colombia, que registró un aumento de los cultivos de coca en un 27 por ciento, no obstante la fuerte alianza del gobierno colombiano con EE.UU. en los esfuerzos de erradicación de coca.Luego, el 1 de noviembre, Morales soltó una bomba con el anuncio de la suspensión indefinida de las actividades de la Drug Enforcement Administration de EE.UU. en Bolivia, y la expulsión de los 37 agentes de la DEA del país. Morales declaró que agentes de la DEA habían llevado a cabo actividades de espionaje político, incluida la financiación de grupos de delincuentes. Identificó un agente clave de EE.UU. involucrado en estas actividades: Steven Faucette, el agente regional de la DEA en Santa Cruz, que en una misión diplomática de la Embajada de EE.UU. habría realizado viajes a Trinidad y Riberalta (ciudades de la Media Luna en las provincias de Beni y Pando, respectivamente), con el objetivo de financiar a los Cívicos que buscaban llevar a cabo un golpe cívico.Morales reveló asimismo que un avión con registro norteamericano llamado Super King había volado a los aeropuertos de la Media Luna sin registro de planes de vuelo ni notificación de la carga, que trasbordó a vehículos al aterrizar en la pista, en clara violación de la soberanía nacional. La inteligencia boliviana también descubrió siete casas de seguridad operadas por EE.UU. que llevaban a cabo actividades de espionaje político, incluyendo la vigilancia telefónica de autoridades políticas, policiales y militares.La DEA y sus 37 agentes fueron expulsados del país. El gobierno boliviano consignó lo que equivale a un arsenal militar de la DEA, incluyendo aviones, barcos, vehículos de transporte terrestre, equipos de comunicaciones y mil ametralladoras M-16.El golpe cívico ha fracasado. Sin poder recurrir a la embajada de EE.UU., la oposición está en desbandada, y el principal partido de derecha dividido en cuatro fracciones. El referendo sobre la Constitución será probablemente aprobado por un amplio margen. Evo ha convocado a los movimientos sociales y al país a romper con la dominación histórica de EE.UU. sobre Bolivia. Con su viaje a Washington DC, Morales espera abrir un diálogo con la administración del próximo gobierno del presidente electo Barack Obama, quien podría dar paso a un restablecimiento pleno de las relaciones comerciales, al reconocimiento del derecho de Bolivia a determinar sus propias políticas sobre las drogas, la reforma agraria y la nacionalización del gas, y al respeto mutuo entre las dos naciones.-------------------------Traducción ALAI (versión abreviada del original). La versión completa en inglés se encuentra en: http://alainet.org/active/27515- Roger Burbach es Director del Center for the Study of the Americas, (CENSA) con sede en Berkeley, CA. Ha escrito extensamente sobre América Latina y la política estadounidense hacia la región.

Tuesday, October 28, 2008

El inventor de los 2/3 y la cuadratura del círculo

Rubén Martínez Dalmau
Rebelión
Me lo imagino sentado frente a su mesa cerca de las oficinas presidenciales, quizás incluso observando la plaza Murillo desde uno de esos despachos del Palacio Quemado que resiste al tiempo, con muebles que hace décadas dejaron de relucir, y donde se llega subiendo escaleras y cruzando recovecos que nunca fueron pensados para un edificio de esas características. No sé si el personaje tiene nombre y apellidos, pero sí sé que está radiante, porque salió bien librado de la historia: el cuento acabó como previó, con la aprobación del texto constitucional por el Congreso de la República con la mayoría que él inventó: 2/3. No importan las repercusiones. De hecho, nunca importaron. Lo que de verdad cuenta es que en medio de todo este lío, él salió bien librado. Así se lo debió decir al Presidente Morales en algún momento: “Presidente, no se preocupe. Los errores de la Asamblea Constituyente los podemos negociar en el Congreso. Alcanzamos los 2/3 con toda seguridad; así corregimos el texto de la Asamblea”.
El inventor de los 2/3 no debe ser mala persona, sino simplemente un infeliz que erró el tiro y no supo remediarlo de otra manera. En el baño de un restaurante leí hace unos días una cita que atribuyen a Brecht: equivocarse es humano, pero echarle la culpa al otro es más humano todavía. Brecht, o quien fuese el autor del dicho, encontraría su perfecto ejemplo en el actuar del inventor de los 2/3. Aplicando pocos conocimientos al respecto, este personaje aceptó incorporar a la ley de convocatoria de la Asamblea Constituyente la necesidad de que el texto final se aprobara por los 2/3 de los constituyentes, cuando esta es una previsión que históricamente se ha dado en otro contexto: el del poder constituido, el Parlamento, que requería del mayor consenso para que una simple mayoría no pudiera alterar el texto de la Constitución. Pero no cabía aplicar el análisis en el marco de una Asamblea Constituyente democrática, cuyo proyecto además debía pasar por la legitimidad del pueblo soberano a través de referéndum. De ser así, dejaría en manos de una minoría (1/3 de la Asamblea) la decisión sobre el proyecto de Constitución, que ya no puede aprobar la mayoría. Es lo contrario a la democracia: los menos deciden sobre los más.
Esto, de todas formas, no sorprende en un país como Bolivia, donde históricamente los menos siempre han decidido sobre los más. El proceso constituyente vivió escalofriantes escenas de racismo: asambleístas del gobierno acosados por las calles, perseguidos campo a través, humillados, maltratados. En la plaza pública se quemaban muñecos con sus nombres, y su foto aparecía colgada de los muros en señal de escarnio, acusados de traidores, ante la pasividad de propios y extraños. Nadie sabrá lo que sufrió esa gente para ofrecer a su pueblo un proyecto de Constitución que, de haber sido aprobado, hubiera sido la Constitución más avanzada del mundo.
El proyecto de Constitución de la Asamblea Constituyente tenía sus errores, por supuesto. Pero muchos de ellos se debieron justamente a la mala estrategia seguida para la convocatoria de la Asamblea. La decisión de que se requirieran 2/3 para la aprobación final en la Asamblea condicionó su futuro, entre otras equivocaciones. La última, la modificación de la ley de convocatoria: el Congreso (poder constituido) debía aprobar la convocatoria al referéndum sobre el proyecto de Constitución de la Asamblea Constituyente (poder constituyente). Es decir, la decisión del Congreso era superior a la decisión del Constituyente; lo que es lo mismo, la cuadratura del círculo.
Un círculo que se volvió cuadrado no por magistrales fórmulas matemáticas ni elucubraciones de la física cuántica, sino de la única manera que era posible: a martillazos. Poco más se le podía pedir a este personaje; el inventor de los 2/3 no lo tendría en sus planes, ni contaba seguramente con que las cosas se pondrían en un nivel de gravedad tal que paralizó durante casi un año el proyecto de Constitución. Pecaba de ingenuo. La derecha, una vez se le aceptó que con su tercio minoritario podía decidir sobre el referéndum, se atrincheró en sus posiciones, y no las abandonó ni siquiera cuando Evo Morales obtuvo una aplastante mayoría en el referéndum revocatorio celebrado unos meses después. ¿Para qué, si desde que la mayoría asumió el poder de la minoría ya habían ganado la batalla?
El diálogo entre el Gobierno y la oposición fue siempre un debate falso, porque colocaba sobre la mesa temas que no eran los que realmente quería debatir la derecha. El argumento oficial se mantenía en “las autonomías”, cuando las autonomías estaban perfectamente desarrolladas en el proyecto de Constitución. Las pretensiones de la derecha eran otras: disminuir los derechos de los pueblos indígenas, meter mano en los recursos naturales, conservar sus ingentes tierras... Cuando el gobierno de Evo, por cansancio y ante la falta de otras perspectivas, entró a negociar estos temas, se allanó el camino del verdadero diálogo. De ahí al acuerdo de 2/3 del Congreso sólo tuvieron que pasar pocos días. Plantearon incluso arrollar con la formalidad democrática, aunque el Congreso no tuviera ninguna legitimidad para manipular, como lo ha hecho, el proyecto de Constitución que aprobó la Asamblea Constituyente. Ni estaba autorizado para ello por el pueblo, ni debía éticamente actuar de esa manera.
No es difícil entender por qué el proyecto de Constitución aprobado por el Congreso es sustancialmente más atrasado que el que propuso la Asamblea Constituyente. La desidia y la indolencia de los técnicos del Congreso han llevado a incorporar en el texto reformado graves errores conceptuales, como la delegabilidad de la soberanía, o la constitucionalización de las mayorías por las que debe tomar sus decisiones el poder constituyente. Pero eso no es lo peor porque, más allá de las risas que puede provocar, no tiene efectos jurídicos inmediatos. Lo más grave son los cambios formulados en la propuesta del Congreso: el atraso en los derechos de los pueblos indígenas, el destierro del concepto de plurinacionalidad, la diferenciación –antes superada- entre nacionalidad y ciudadanía, la eliminación de la paridad entre la justicia ordinaria y la comunitaria en el Tribunal Constitucional, el fortalecimiento prácticamente a nivel de Estado de los departamentos... y, sobre todo, la tenencia de tierras. Con la reforma introducida por el Congreso, se legalizan todas las posesiones latifundistas fruto de siglos de expoliación territorial y marginación del pueblo boliviano. El artículo sobre el límite de los latifundios sólo se aplicará a partir de la entrada en vigencia de la Constitución; esto es, nunca.
Claro que el equipo negociador del gobierno poco podía hacer sobre una política de hechos consumados. El problema no estaba en la conclusión del proceso, sino en el origen: los 2/3 que desde un principio determinaron el mal final de esta historia. Un final que podría haber sido peor: guerra civil, muertes, golpe de Estado… Ante el error de bulto de incorporar los 2/3 en la ley sólo cabía dos soluciones: la de romper con el poder constituido, que no fue autorizada por los líderes del proceso; o la de pactar con la derecha. Cuando se decidió que esta última fuera la técnica, no valieron los ases en la partida. La oposición mostró su verdadero rostro, que había escondido durante meses: su real interés no era la autonomía, sino seguir siendo la minoría dominante en el país.
Lo que no significa, desde luego, que lo haya conseguido con toda seguridad. Los rescoldos del proyecto de Constitución de la Asamblea Constituyente siguen vivos en el articulado que será votado por el pueblo boliviano. Se mantiene un amplísimo catálogo de derechos con sus garantías, formas de legitimación propias de una democracia participativa avanzada, y la elección directa de los miembros del Tribunal Constitucional. Permanece el control de la ciudadanía sobre el poder público, la necesidad de rendición de cuentas, algunos derechos indígenas. Buena parte del espíritu del constituyente boliviano, incluido el que salió perseguido de Sucre una noche fría de noviembre, se mantiene en el texto, a pesar de la intervención del poder constituido. Además, la derecha tendrá que hacer frente a la paradoja de apoyar un proyecto que, han reiterado hasta la saciedad, fue aprobado en un cuartel militar y bañado de sangre. En resumen, dos pasos adelante y uno atrás.
Mientras tanto, el inventor de los 2/3, creador por la fuerza bruta de la cuadratura del círculo, descansa feliz porque cree que su intervención ha sido decisiva para colocar el punto y final a este relato. Pero quizás entienda para sus adentros, detrás de esa sonrisa de satisfacción, que la historia también juzga, y que escrita está la mejor Constitución que, lamentablemente, ya no podrá ser.
Rubén Martínez Dalmau. Profesor de Derecho Constitucional de la Universitat de València. Fue asesor de la Asamblea Constituyente de Bolivia. martinezdalmau@gmail.com

Sunday, August 31, 2008

Errores por desesperación



Cada error de los separatistas de la media luna es más grande que el anterior. Consideramos separatistas sólo al puñado de oligarcas que pretenden canalizar en su beneficio las legítimas aspiraciones autonómicas de los pueblos de Tarija, Beni, Pando y Santa Cruz. Su falta de sentido común los llevó a designar presidente del comité cívico de Santa Cruz al terrateniente, banquero y defensor de las transnacionales a Branco Marincovic, quien ya era famoso por cercar con alambre de púas la enorme “Laguna Corazón”. Marincovic siempre exigió la expulsión del Instituto Nacional de Reforma Agraria (INRA), alentó a la Unión Juvenil Cruceñista (UCJ) e impulsó estatutos autonómicos que buscan la fractura del país. Su apoyo hoy se reduce al de otros oligarcas, como los Monasterios, Dabdou, Céspedes y Kuljis, varios de los cuales controlan los medios de comunicación más influyente del país.

Antes del referéndum revocatorio del 10 de agosto, los cívicos convocaron a una huelga de hambre, cuyo fracaso, agrandado por los resultados de esa consulta, fue encubierto con el llamado a un bloqueo de caminos, que Marincovic pretendió que sea acatado en cinco departamentos. Tuvieron que recordarle que estaba confundiendo a Chuquisaca y Tarija con la mencionada laguna. De manera simultánea, los matones de la UCJ agredían a policías y golpeaban a gente de tez morena, en tanto el prefecto Rubén Costa, autocalificado de “gobernador”, quiso tomar el control de la policía departamental, a fin de reclutar a esos violentos. El Cardenal Julio Terrazas dijo que el país no debía ser gobernado con látigos, utilizados por indígenas quechuas y aymaras. Lo que es correcto. Pero olvidó decir que tampoco debe ser gobernado con bates de béisbol y manoplas, usados, de manera preferente por los paramilitares del oriente.

La Prefecta de Chuquisaca, Sabina Cuellar, está asfixiada por movilizaciones populares, que le recuerdan su complicidad con los racistas que hicieron arrodillar a campesinos en Sucre. Ganaderos del Beni reanudaron sus ventas de carne vacuna al occidente después de censurar la deslealtad de sus congéneres de Santa Cruz, que nunca cumplieron esa medida después de aprobarla en forma conjunta. Tarija quiere mediar en el enfrentamiento entre Evo y los cívicos de Santa Cruz, luego que el Prefecto Mario Cossío convirtió a su región en satélite de la oligarquía cruceña. Infelizmente, grupos delincuenciales continúan apedreando el helicóptero del Presidente.

El ex prefecto de Santa Cruz (gobierno de Mesa), Carlos Hugo Molina, en entrevista televisiva con Carlos Valverde, del 25 de agosto pasado, se distanció de los separatistas, por su falta de alternativas coherentes. En este campo, siguió los pasos del ex parlamentario Jerjes Justiniano y en el constituyente Alejandro Colanzí, quienes lideran la dignidad de la intelectualidad cruceña frente a terratenientes y banqueros.

Lo anterior, en lugar de acrecentar la ya excesiva soberbia del MAS, acompañada de torpes ataques verbales, debería servirle para no insistir en el reconocimiento constitucional a 36 naciones indígenas. Ninguno de los propugnadores de esa idea (incluido Xavier Albó), es capaz de explicar la forma en que se implementaría ese despropósito, que incluye el uso igualitario de 36 idiomas en el territorio patrio.

Los esfuerzos de Justiniano, Colanzi y Molina, en el Oriente, entre muchos otros, debe fortalecer en el Occidente, a quienes apoyan los avances contra la exclusión social y la recuperación (aunque incompleta y contradictoria) de recursos estratégicos, sin olvidar que sólo la unidad de la nación oprimida pondrá fin al envío de tropas a Haití, a la remisión de nuestras reservas monetarias al extranjero, así como a la corrupción en Aduanas y en la Administradora Boliviana de Carreteras (ABC).

Saturday, July 05, 2008

Las 7 mentiras de la derecha y su miedo escénico

Ricardo Bajo H.
Rebelión
1.- Sus referéndums sobre estatutos autonómicos: La mentira ha sido la gran ganadora de las cuatro consultas, desde Santa Cruz a Beni, desde Pando a Tarija. Las campañas por el sí han sido manipuladas y se han convertido en campañas por el sí a las autonomías (referéndum que ya se celebró en 2007) y no a los estatutos donde el alcance de sus competencias exclusivas (desde tierra, impuestos y recursos naturales a comercio exterior, vivienda, salud, educación e incluso policía, entre otros) ha sido silenciado y ninguneado. Por supuesto que era más fácil votar por el sí a la autonomía con un alto componente de identificación regional anticentralista que dar un aval al privilegio y a los intereses de unos pocos. La derecha miente y manipula pero no es tonta.2.- Su anticentralismo: la derecha “cívica” refugiada en las regiones se dice anticentralista. Echa las culpas del retraso histórico de Bolivia al centralismo que no pudo articular un estado nacional. Lo que no dicen es que durante años y años, fueron ellos los que impulsaron, defendieron y vivieron del centralismo. Lo que cambió es que con el voto popular fueron sacados del poder central de manera contundente y aplastante. Y ahora quieren volver, tienen prisa y no reparan en nada. En décadas pasadas apelaban a los golpes de estado, a la tortura, a las desapariciones, al miedo, a los estados de sitio. Hoy, por orden de Estados Unidos (antiguo auspiciador de golpes como en Chile), estas medidas han quedado para la historia. Los “pichones” de las dictaduras, como los llama Evo, padecen Alzerheimer político. La “Bolivia autonómica” es la mentira tras la cual se esconde el intento de volver al neoliberalismo; la “Bolivia autonómica” es la nueva alfombra de piedras contra la construcción de un proyecto popular y plebeyo, con un estado fuerte y dueño de los recursos naturales. A pesar de haber sido parida y haberse desarrollado gracias al estado central, la élite de Santa Cruz, que lidera a la nueva derecha regional, no ha tenido ni la ambición ni la habilidad de conformarse como una élite nacional, es decir pensar en lo nacional. Refugiada ahora en las regiones y desconfiazada e incluso traicionada (merced a la aprobación de los referendums revocatorios) por la derecha política de Podemos y “Tuto” Quiroga, sienta las bases, desde su plan “autonómico”, para volver al poder, agrupando a las élites del resto del país lideradas por el Oriente y su proyecto político neoliberal que apuesta sin dudas por el debilitamiento en la construcción de un estado nacional. La derecha antes derrotada y bajoneada, hoy se rearticula, se reconstruye y lo único que escuchamos es “autonomia, autonomía”. La derecha miente y manipula pero no es cojuda.3.- Su falso “vivir mejor”: para esconder sus verdaderas intenciones, la derecha se vuelve más izquierdosa que el propio gobierno. Los prefectos se llenan la boca con medidas para el beneficio de todos y todas las bolivianas. “La autonomia es el cambio, es la auténtica revolución del siglo XXI, es el instrumento para derrotar la pobreza”, dijo Mario Cossío en su discurso de celebración de la aprobación del estatuto autonómico tarijeño. La primera “gran” acción del prefecto cruceño Rubén Costas fue elevar el salario mínimo de 577 bolivianos a mil. “Esa es la autonomía al andar, la autonomía para la gente”, dijeron los amanuenses de Costas. Pocos recordaron que el incremento del “salario digno autonómico” solo afecta a 15.000 personas de un total de 800.000 trabajadores, la mitad en el sector informal, para los cuales no había elevación posible. Es decir, solo iban a ver ascendidos sus pobres salarios, aquellos que tienen un contrato y sus empresarios cotizan a la seguridad social. Por supuesto, que con los prefectos y sus estatutos, el futuro será mejor para todos los bolivianos que tendrá más vivienda, más sueldo, más salud, más educación... Progreso y solidaridad, dice Costas. Lo que no dice es el progreso de quiénes, la solidaridad de cuántos. Por cierto, ¿y cuando gobernaron ellos y sus amigos porqué no mejoraron un carajo? “Que los beneficios del gas se sientan para todos, especialmente para las grandes mayorías empobrecidas”, dijo Cossío la noche del 22 en la plaza 24 de Septiembre. Y cuándo el partido del ex presidente del Senado ( hasta el último día de gobierno de “Goni”) privatizó todo y regaló los beneficios del gas a las petroleras extranjeras, ¿quién pensó y dónde estaban las mayorías empobrecidas? ¿estaban sirviendo el cafecito que se tomaban en las reuniones donde vendían el país y saqueaban sus riquezas, con altísimos níveles de corrupción?4.- Su discurso de unidad nacional, integración y modernidad: ¿Hablan ahora de unidad cuando antes vendieron a la patria? ¿Hablan ahora de unidad cuando no pudieron constuir institucionalidad en todos los territorios de la patria? ¿Hablan de modernidad cuando en realidad quieren volver a la noche oscura del neoliberalismo antipatria, a la vergonzosa situación del esclavismo y la servidumbre guaraní en el Chaco? ¿critican la tendencia estatista del gobierno afirmando que esa ideología ha sido derrotada por la historia? Y el neoliberalismo salvaje y la supremacía absoluta del mercado, ¿en qué país no desarrollado ha triunfado?5.- Su disfraz de la democracia: (“contra el totalitarismo del MAS”). La estrategia de vaciar de contenido y significante conceptos como autonomía y democracia esconde la táctica de conformar un bloque opositor compacto que pueda derrotar en las urnas a la visión popular-nacionalista-plebeya. La autonomía se “desideologiza” para no visibilizar, en un principio, el enfrentamiento ideológico con el gobierno del MAS. Es decir, la bandera de la autonomía departamental (por cierto reconocida en el proyecto de nueva constitución del MAS y otras nueve fuerzas políticas) se prostituye en pos de la táctica de recuperación del poder por parte de la derecha, que se vanagloria y se dice “demócrata” pero que no respeta los resultados de la mayor victoria electoral de la historia de Bolivia. ¿La democracia sirve sólo cuando obedece a sus intereses y privilegios? ¿son tan egoístas que no pudieron esperar cinco años bajo el gobierno de “un don nadies”? ¿Cuándo cambió el plan de “dejar gobernar al indio para que se vaya al carajo” a “tumbar al indio a como de lugar”? ¿la votación por un estatuto autónomico es un signo de democracia y la elección en Yacuiba de un subprefecto opositor a Cossío es ilegal? Por supuesto, que el ente que agrupa a los prefectos se llama: Consejo Nacional Democrático, el autodenominado Conalde.6.- Su exacerbación de las identidades culturales regionales: jamás se habló tanto en Bolivia de collas, cambas, chapacos, cochalas… La estrategia de ahondar estas diferencias tiene como objetivo polarizar y bloquear el proceso de cambio. El “todos somos cruceños” del prefecto Costas intenta esconder las 44 competencias exclusivas de su estatuto autonómico. ¿Son todos los cruceños terratenientes? ¿son todos oligarcas? ¿veranean todos en Miami?7.- “La Bolivia de mañana”: Unitel los reunió en la noche del domingo 22 en Tarija. Estaban los cuatro prefectos y Manfred. Ahí, tomando café y fumando puchos, adelantaban: el revocatorio es una imposición del centralismo y es atentatorio de nuestras autonomías ya conquistadas. “Esta es la Bolivia de mañana”, titula Unitel. Contra el pasado centralista, contra Evo y contra el MAS. Vergonzosa y curiosa paradoja: los enterrados por la historia en Bolivia, los protagonistas del ayer enarbolan la bandera del mañana, del futuro. La política en Bolivia es un quilombo pero también, una paradoja constante y a veces sangrante..Siete mentiras y un miedoPero detrás de las siete mentiras llega el miedo escénico, a pesar de todo. La derecha miente y manipula. Ha recuperado terreno y ha empatado el partido después de ir perdiendo por goleada al inicio del encuentro. Con la “condescendencia” del equipo que, “sobrado”, se relaja, como todos los que sacan gran ventaja. Pero están divididos y fragmentados entre la derecha política-parlamentaria (Podemos y cía) y la cívica-regional (de los cuatro prefectos opositores y Manfred). La primera, celosa de la segunda. Y la segunda puteando contra la primera por la aprobación del revocatorio con las reglas de Evo. Ahora los prefectos no quieren ir al revocatorio por miedo escénico a perder, por pavor al escenario: las urnas. Porque esa consulta es un torpedo a su línea de flotación, a su plan gradual de aplicación de los estatutos autonómicos, al margen del estado. Porque en el camino, algunos prefectos se tendrían que ir a casa antes de tiempo. Entonces en esta coyuntura, donde el gobierno ha recuperado la iniciativa, las urnas molestan. ¿No era que son más que demócratas que nadie?

Sunday, January 20, 2008

Cien familias controlan 25 millones de hectáreas en Bolivia

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Un informe del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) señala que un grupo de cien familias domina 25 millones de hectáreas en Bolivia. Esto constituye cinco veces más terreno que el manejado por dos millones de campesinos bolivianos. Según reseña la publicación digital Econoticias-Bolivia, dos millones de campesinos bolivianos trabajan en minifundios sobreexplotados que suman cinco millones de hectáreas.El Departamento de Santa Cruz se presenta como un claro ejemplo de una región donde pocas familias tiene propiedad de amplios sectores del campo.Según datos del Instituto Nacional de Reforma Agraria (INRA), sólo 15 familias cuentan con medio millón de hectáreas de tierras fértiles y cercanas a los mercados.Este territorio en manos de 15 familias en Santa Cruz supera 25 veces el tamaño de toda su ciudad capital, Sana Cruz de la Sierra.De este modo, una familia terrateniente controla en promedio 250 mil hectáreas mientras una familia campesina cuanta con una hectárea para la producción.

Sunday, January 06, 2008

Los fogoneros del odio

Andrés Soliz Rada
Rebelión
“Aquí no matamos perros, matamos collas. Viva la Nación Camba” (Grafiti en la ciudad de Santa Cruz”. “Así van a sufrir los perros de la media luna” (Grito de enardecidos “Ponchos Rojos” contra dirigentes cívicos de cuatro departamentos del país, al degollar dos canes en Achacachi) –La Razón, 23-XI-07--).El profundo odio entre sectores de la sociedad boliviana se origina en la conquista hispana que no exterminó a todos los indios, como hicieron los ingleses en Norteamérica, sólo porque eran irremplazables en los infernales socavones potosinos. El 6-08-1825, nació un remedo de República, gobernada por continuadores del coloniaje, encomenderos y saqueadores de minas, de la que se excluyó a los aborígenes (90 % de la población).Los españoles, al no traer a sus mujeres al Alto Perú, generaron un mestizaje que se fortaleció con el tiempo. Contingentes indígenas protagonizaron heroicas rebeliones, como la de Tupaj Katari, de 1781, que pese a ser anterior a la Revolución Francesa, es ignorada por el eurocentrismo. Mestizos e indígenas combatieron en la guerra de la independencia (1809-1825). El mestizo Andrés de Santa Cruz y Calahumana fue Presidente de Perú (1826-1827), Bolivia y de la Confederación de ambos países (1829-1836). Aymaras y quechuas respaldaron al Presidente Belzu (1848-1855) y fueron el corazón de la resistencia a Melgarejo (1864-1871), quien encabezó el asalto a las tierras de comunidad.La historia de Bolivia es la historia de indo mestizos e intelectuales de capas medias por construir un Estado nacional incluyente. Con luces, sombras y traiciones, como la del general Pando (1899-1904) a Pablo Zárate Willca, como la mezcla de sangres de todas las regiones en las guerras internacionales, como la defensa del patrimonio nacional de Busch (1937-1939), como el congreso indigenista de Villarroel (1945), como la cuota de sangre de la guerra civil de 1949, y como el acontecimiento central de nuestra historia, la Revolución del 9-04-52, se busca estructurar la bolivianidad.Infelizmente, el nacionalismo visionario de Montenegro, Céspedes, Almaraz y Zabaleta se convirtió en su antítesis con Sánchez de Lozada, luego de pasar por el pragmatismo de Paz Estensoro, que terminó respaldando al gonismo neoliberal. Las nacionalizaciones del petróleo de Toro (1937), Ovando (1969) y Evo Morales (2006), el despertar del cholaje encabezado por Carlos Palenque (1988-1997), las justas reivindicaciones autonomistas y el indigenismo insurgente son los nuevos actores del interminable drama nacional.Evo hereda el pasado de un país dividido por el odio, pero con aportes de heroísmos y esperanzas. Los bolivianos podemos unirnos, como ocurrió en la épica batalla de Villamontes (1936), que impidió el descuartizamiento del territorio, o ahondar nuestras diferencias, como ocurre con el irracional proyecto de sub dividirnos en 36 naciones y con los enfrentamientos entre citadinos y gente del campo. Lo anterior pasa por terminar con la exclusión indígena, revalorizar nuestras culturas milenarias, como lo hace la nueva Constitución del MAS, pero sin destruir las bases de la convivencia nacional. El autonomismo es positivo, pero no es casual que Sergio Antelo, ideólogo de la Nación Camba, llame al Estado boliviano “Estado Canalla”, en coincidencia con el fundamentalismo indigenista.Detrás del “grafiti” de Santa Cruz están las Petroleras y terratenientes racistas. Detrás de los degolladores de Achacachi se encuentran decenas de ONG financiadas por el Imperialismo. Lo importante es que la idea de Patria ha sido arrebatada por el pueblo indo mestizo de manos de los constituyentes impostores de 1825 y ese pueblo sabrá defenderla con el coraje de nuestros mártires que nos encargaron defender la unidad nacional.

Thursday, January 03, 2008

Especulación opositora disparó inflación en Bolivia

Prensa Latina
El gobierno boliviano denunció hoy el aumento de la inflación debido a la guerra económica de sectores oligarcas opuestos al actual proceso de cambios democráticos.Según el Ministerio de Hacienda, la inflación real apenas alcanza el 6,5 por ciento, pero la especulación y el sabotaje económico de la oposición elevó la taza hasta el 11,5.El ministro del ramo, Luis Alberto Arce, acusó a los emporios agroindustriales del oriente boliviano de provocar tal impacto negativo solo para desestabilizar al gobierno."Cerraremos 2007 con un 11,5 por ciento de inflación, con casi cinco puntos porcentuales resultado de la especulación de algunos malos bolivianos que propiciaron estas cifras injustificadas", aseguró Arce.Cifras del Instituto Nacional de Estadística revelan que en noviembre creció la inflación debido al ocultamiento de mercancía para elevar la demanda y los precios en el mercado.A ello contribuyó además la tendencia mundial al encarecimiento de los productos alimenticios, amen de la ausencia en Bolivia de una política de soberanía alimentaria.Pese a ello, estos índices aún son inferiores a los padecidos aquí durante los gobiernos de corte neoliberal presididos por Gonzalo Sánchez de Lozada y Jaime Paz Zamora.Arce explicó que entonces la inflación obedecía al déficit fiscal y el mal manejo monetario, problemas superados durante la gestión del presidente Evo Morales.El Ejecutivo encaró esta coyuntura mediante medidas como la venta directa de alimentos y la eliminación temporal de aranceles para la importación de productos, con resultados positivos.El recién aprobado presupuesto nacional para 2008 proyecta una tasa de inflación promedio de 7,07 por ciento.